17 febrero 2009

LATINOAMERICA, AHORA O NUNCA

ALERTA, ALERTA QUE CAMINA

Un nuevo triunfo para las democracias populares, participativas y protagónicas de la región brindó la jornada de ayer, donde el pueblo venezolano ratificó el rumbo de transformaciones sociales, políticas y económicas conducido por el comandante Hugo Chávez Frías en la última década.

Desde Jujuy, donde se encuentra desarrollando una brigada de intercambio con el Movimiento Tupaj Katari, que conduce el Perro Santillán, Lito Borello, Coordinador Nacional del Comedor Los Pibes, reflexionaba: "Este es un proceso de profundos cambios que hermana a las distintas naciones de la región, cada una a su tiempo y con su forma, sin recetas preestablecidas, pero con algunas características comunes. La alta participación popular en la toma de decisiones, en el diseño, la ejecución y el control de las políticas públicas, la movilización popular como sostén de las mismas y la consecuente polarización de las sociedades, producto de la pugna de modelos de acumulación"

Hoy Bolivia, con su reciente promulgación de la CPE y Venezuela con la continuidad del proyecto político siguen marcando el rumbo por el cual debe seguir avanzando nuestra región, en el camino de la soberanía, la autodeterminación y la dignidad para las mayorías.

Este año a poco andar ya ha ido vislumbrando la necesidad de profundizar en este sentido los cambios, generando más y mayor democracias, mayor participación del soberano y acelerando el proceso de distribución de la riqueza, para enfrentar con medidas progresivas la crisis global. Como dijera la presidenta Cristina Fernandez en su encuentro con los movimientos sociales en Olivos el pasado 12 de diciembre "necesitamos un país más justo, que la redistribución del ingreso no sea solamente una palabra para decirla en la plataforma o en las campañas electorales. La redistribución del ingreso, argentinos y argentinas, debe ser un compromiso de todos, sobre todo, en este mundo tan contemporáneo, tan actual y en el cual hemos visto como se derrumbaban los paradigmas y, fundamentalmente, aquellos pensamientos que atacaban duramente a este Gobierno por decir que sostenía un proyecto inviable en términos económicos".

Como sostenía ese día la presidenta, a nuestro pueblo le "hierve la sangre cuando ves tanto egoísmo, tanta avaricia y tanta pobreza al mismo tiempo". Esta sensación generada en nuestros dirigentes al enfrentar la pobreza estructural, día a día impulsa a nuestros pueblos a mejorar su capacidad de trabajo y su entrega a la lucha para construir más temprano que tarde el proyecto de la Patria Grande Latinoamericana.

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